amor, Reflexión, te amo

No todos los «Te amo » son iguales.

Estamos hablando por teléfono, llega el momento de despedirnos y te digo que te amo, casi por costumbre, sale ya sin voz y no tiene pretensiones, apenas escucho el «yo también», pero tampoco me aflige que lo digas en tono desganado.

Después cuando haces algo que me recuerda nuestro lazo, alguna gracia, un logro, sale un «!Te amo!» con gusto, que reafirma el por qué de nuestra relación  y tus gustos son mis gustos.

Pero el que más me gusta es el espontáneo, que sin hacer o decir nada, sin siquiera estar físicamente juntos, se siente, y brilla,  un «Te amo porque sí» y solo eso.

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