Gracias a mi pierna derecha por ser el soporte de todo
Gracias a mi pierna izquierda por no rendirse, aún cuando sentía que ya estaba todo perdido
Gracias a mis dos brazos por apoyar en tiempos difíciles y excederse de sus capacidades para lograr el equilibrio
Gracias a mi espalda que a pesar del dolor daba el movimiento que le quedó
Gracias a mis costillas por ser tan fuertes y protegerme
Gracias a mis pies por esperar pacientes mi llegada
Gracias a mi mente por nunca ver hacia abajo ni hacia atrás, solo hacia en frente
Pero sobre todo gracias a mi cadera, el centro de mi cuerpo por aguantar todo, aparentar entereza cuando estabas hecha pedazos, permitirte sentir el miedo y no dejarte vencer, sabes que eso no te va detener, aún viendo un camino difícil por delante, porque sabías que ese camino tenía un fin y lo ibas a lograr. Supiste repartir tu carga, era un trabajo en equipo y ahora con coordinación, fuerza y amor, estamos viendo los resultados.